Los Premios Goya y su trastienda

La gala del pasado sábado de los Premios Goya está dando mucho que hablar. Por los estilismos, el desarrollo de la gala, el presentador, los y las asistentes, los políticos que fueron y cómo fueron, los mejor y peor vestidos…

Pero estos premios al trabajo de los profesionales del cine español son mucho más que eso.

Es una fiesta o motivo de reunión de los profesionales del sector, que tampoco tienen tantas oportunidades de verse. Por eso los Premios Goya se celebran en el Hotel Marriot Auditorium, un sitio en el quinto pino (cerca del Aeropuerto) pero que permite dar cabida a muchos más asistentes en el patio de butacas, tener una espaciosa sala de prensa, contar con múltiples salones, 78 para ser exactos, para la fiesta posterior, alojarte para poder arreglarte allí mismo y quedarte si terminas un poco regular… son todo ventajas aunque el sitio sea estéticamente poco agraciado y acogedor.

Aquí estaba yo tan formal

Os detallo a continuación 10 cosas que pasan en estos premios y que quizá no te han contado antes:

  1. Las personas que están en la entrada de la alfombra roja aplaudiendo a los actores son extras que tienen que contratar para animar el cotarro, así que si os interesa, ya sabéis para el próximo año!
  2. El patio de butacas es enorme, para más de 2.000 personas. Eso permite que mucha gente que trabaja en la trastienda del cine pueda acudir a este evento. Otras veces se ha hecho en el Teatro Real y similares, y solo podían acudir 1.000 personas, imaginaos los líos que había para hacer la lista de invitados.
  3. Antes de empezar la gala el patio de butacas es una locura, todo el mundo de un lado para otro saludándose. De hecho cuando llegó la Preysler y se sentó, no sabéis la que se lió. Todo el mundo quería una foto con ella. Y ella aceptó estoicamente.
  4. Como he dicho, el patio de butacas es inmenso, casi tienes que usar catalejo para llegar a todos los rincones.
  5. La gala se hace más amena cuando la ves en directo, pues ocurren muchas cosas en el patio de butacas.
  6. Los políticos fueron estrellas por un día en estos Premios Goya, todo el mundo les daba apoyos, quería fotos…el menos solicitado fue el Ministro de Cultura, el pobre, con lo bien que aguantó el chaparrón. Pablo Iglesias estaba encantado de verse tan guapo y entre tanta gente lustrosa, se le notaba. Buscaba a todo el mundo con la mirada y le lanzaba una sonrisa. Estaba en modo os va a molar que sea vicepresidente. Yo sólo saludé a la alcaldesa Carmena, que se acercó a mi como si me conociera porque yo estaba sonriendo a un amigo que estaba detrás de ella. Así que se me acercó y me dijo lo guapa que iba y me apretó 2 besos. Olé Carmena, más vale que sobren saludos a que falten.
  7. Durante la gala, algunas invitadas se quitan los Louboutin, y al terminar la gala casi todas y a las 2 de la mañana todas estaban en zapatillas de deporte o bailarinas. Butterfly Twists patrocinar la gala que os van a adorar!!. Por cierto, a muchas actrices les dejan los zapatos y no siempre son de su número de pie, sabéis que truco utilizan? Se ponen cinta de doble cara en el talón y así no se les mueve al andar. Yo ya me lo he apuntado.
  8. Abundan los postizos y el botox: moños y flequillos, como el que llevaba Penélope Cruz. El botox no doy la lista que hago interminable el post.
  9. La fiesta parece un evento de networking: todos buscan trabajo y se ofrecen. Los directores a los productores, los maquilladores a los directores de producción, los actores y sus representantes a los directores y productores…Algunos lo hacen en la propia gala, como Victoria Abril que dijo claramente que le encantaría trabajar en España.
  10. Además de la fiesta oficial para todo el mundo, hubo otra fiesta que organizó Warner, que la gente se daba tortas por entrar y los encargados no dejaron pasar a ni uno, incluso algunos premiados que iban con su Goya se quedaron en la puerta. Los de la película La Novia, también hicieron fiesta privada en su suite, y otras muchas más en petit comité, así que a partir de las 3 lo emocionante estuvo en los pasillos del hotel.

¿Y por qué fui yo a la gala de Los Premios Goya? Por que Antonio Panizza, estilista de cine es miembro de la Academia de Cine y tuvo el detalle de invitarme como su acompañante, un año más.

 

 

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