No Solo Una Navidad

En la época postnavideña, cuando ya están quitadas todas la decoraciones,  no suenan villancicos y solo nos queda quemar los mantecados y roscones de reyes comidos, una de las primeras preguntas en cualquier encuentro con los amigos y familiares es ‘Bueno, y cómo lo has pasado’?

Pues os cuento, la Navidad de No Solo Una Idea fue muy coherente con el nombre, y con un toque naranja, por supuesto.

En una agencia de publicidad se sabe muy bien que las Navidades no empiezan con la Nochebuena sino mucho antes. Campañas, acciones, ideas, humor festivo (y sí, turrones y el licor casero de anís en la oficina) van apareciendo como muy tarde en noviembre. Y este año, al haberlo dejado todo modo navideño para los clientes, nosotros también empezamos las celebraciones un poco antes, pero a lo grande – con un viaje a Madrid y Toledo.

 

Los sitios para empezar a celebrar elegimos anteriormente ya que nos gusta planificar las cosas 🙂 . Y no nos decepcionaron, os recomendamos todo lo que hemos comprobado nosotros mismos. La comida de empresa la reservamos en el restaurante Lo Siguiente. Un sitio en pleno centro de Madrid que parece un rincón de amigos por su ambiente festivo y desenfadado, la comida para todos los gustos (el risotto nos enamoró).

Por la tarde el ambiente es único: se llena de gente, risas, charlas, brindis… un sitio muy recomendado para quienes os gusta estar entre la gente y vivir  la sensación de compartir la alegría  que está literalmente en el aire…

Como a nosotros nos encanta combinar varias sensaciones y experiencias, para el café nos hemos desplazado a otro sitio que está muy cerquita: la pastelería Mamá Framboise: perfecta para a los que os gustan los dulces y pasteles riquísmos y para quienes os gusta el ambiente acogedor de una pastelería decorada con mucho gusto. También para vosotros, adictos a Instagram, ya que es imposible contenerse al ver tantos pastelitos cada uno con su encanto. Nuestra recomendación personal: los tés, son para repetir.

La noche la terminamos ya en grupos más pequeños, pero os puedo resumir mi experiencia: las decoraciones y la iluminación de la capital te dejan sin aliento y lo hacen casi imposible irse de Madrid. Ojalá el tiempo hubiera pasado más lento para poder disfrutar de la belleza nocturna de las calles de Madrid un poco más.

Al día siguiente continuamos nuestras celebraciones ya trabajando en Toledo en el Bridal Open Day de Wedding Passion. Eso se merece un post aparte, y ya lo tenemos en el blog gracias a nuestra Nieves Anaya, que colaboró en la organización del evento.  

Obviamente, ya que estábamos en Toledo, no perdimos la oportunidad de dar un paseo por sus calles, callejones y plazas antiguas.

La ciudad (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) es tan especial que enamora con su encanto y deja con ganas de perderse por sus rincones y seguir paseando.

 

 

Sin embargo, como las Navidades son una fiesta familiar, es imposible no tener una celebración casera, en el caso de nuestra oficina – una fiesta granadina que al final duró todo diciembre porque disfrutamos de los pequeños detalles y placeres del día a día en la oficina durante todo el mes.

Primero organizando el concurso #navidadnaranja y todos los días recibiendo y envolviendo regalos y haciendo fotos.

Algunos de nosotros incluso hemos cogido de los regalos de la cesta ideas para sorprender a sus familias y amigos: los productos de belleza de San Anton Salud y los colgantes de Los Ahoras encantan a la gente, comprobado.  

Segundo, degustando el licor casero de anís (tiene un sabor buenísimo, ayuda a la creatividad y anima a los dormidos)  de nuestra Maripi Robles, los dulces hechos a mano en la misma casa, bizcochos rusos y macarrons de París… placeres para todos los gustos y sentidos.

 

Y terminando las celebraciones después del trabajo a mediodia el mismo 24 de diciembre en un sitio que casi se ha convertido en nuestra casa fuera del trabajo: de tapas en el Restaurante Oliver: un sitio donde siempre te tratan como en familia, con alegría y humor. Y cuando estás en la terraza al sol es casi que imposible irse.   

Y yo personalmente podría contaros sobre una Navidad más: la rusa, allí en mi universo de nieve y osos 🙂 Pero mejor os dejo unas fotos de Moscú decorada para que un día, bien abrigados, os animéis a verlo con vuestros propios ojos.

Al final, aunque el ambiente, los sitios y los alrededores dan un toque muy especial a cada celebración, lo más importante es que tengáis una Navidad o No Solo Una Navidad en la que te sientas como en familia y disfrutes de el lugar y la compañía, independientemente de las circunstancias, como fue nuestro caso. Y eso vale mucho.